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Crea Empatía Psicología
Terapia psicológica y formación
Decir lo que nos pasa nos hace libres
Mi amiga Esther vino a verme un día muy angustiada.
El motivo de su desdicha eran los problemas que tenía con su marido.
Pero se sentía incapaz de hablar con él porqué creía que al hacerlo dañaría la relación.
El miedo a comunicarse con su marido y tratar lo que le preocupaba venía porque Esther, por su forma de ser, siempre había sido una mujer contundente, firme, seria y de carácter fuerte.
La habían etiquetado de agresora
Desde siempre y a causa de su personalidad, cuando por algún motivo se había tenido que buscar culpables, todos la habían señalado a ella.
Ella comprendía el por qué la etiquetaban de “agresora”, aunque realmente no hubiera nada que se le pudiera reprochar. Y había llegado a un punto que ella también se lo creía.
A causa de este perfil de agresora que todos la encasillaban en numerosas ocasiones la habían castigado, aislado, rechazado y negado sus sentimientos y necesidades.
Por este motivo le costaba tanto explicarle a su pareja lo que le estaba pasando. Tenía miedo a dañarlo o que se sintiera atacado o herido de algún modo. Y que, de alguna manera, ese dolor ocasionado reforzara su etiqueta de agresora.
Estimular dolor
A Esther le costó verbalizar todo esto que te cuento, pero una vez lo vomitó le dije:
– Atrévete a expresar lo que te pasa, aunque eso “estimule” dolor en la otra persona. Porque eso no te convierte en una agresora. Eso te hace libre.
Después le expliqué que en Comunicación No Violenta, hablamos de “estimular” dolor cuando sin querer hacemos daño.
Es distinto decir:
– Siento que lo nuestro no fluye como antes, creo que nos falta comunicación.
*Estimulas dolor, pero permites que el otro de su opinión.
A decir:
– ¡Nuestra relación es una mierda! ¡Una piedra se comunica más que tú!
*Haces daño sin dejar espacio a la reconciliación
Mi amiga, al creerse etiquetada como agresora, la hacía dependiente de la opinión de los demás.
Le dije entonces:
– Esther, decir lo que piensas, sientes, necesitas, o incluso expresar un juicio, no te convierte en agresora, te convierte en un ser libre.